UNA PERSONA DE ALTARES...

Abraham, conocido como el padre de la fe, no era un hombre como cualquiera. Él sabía cuando y donde adorar a Dios. En aquellos tiempos, la ofrenda se caracterizaba por realizar un altar a Dios en los momentos mas decisivos.
Podemos ver en Génesis 12:7 como Abraham dedicó su primer altar a Dios, el de OBEDIENCIA, dejando todo lo que tenía, su familia y riquezas por seguir el propósito de Cristo.
Abraham sabía que BENDECIR a Dios, implicaría llegar a un nivel mas alto, y obtuvo su recompensa ( Génesis 12:8 )
Procuró un nuevo altar, el altar de ENTREGA A DIOS, dejando las distracciones del pueblo para llegar a Bet-el ( casa de Dios, Génesis 13:3).
El cuarto altar fue una decisión de SANTIDAD ante Dios dejando su pasado y bienestar, alejándose de Lot. ( Génesis 13:13-18 ).
Muchos llegan hasta aquí, con la obediencia, la bendición de Dios, entregados a Cristo y en santidad pero no llegan al altar del PACTO, ya que es un altar decisivo en el cual cuesta alcanzar ya que el enemigo se opondrá a ello. ( Génesis 15 ).
EL sexto altar, fue el la VIDA ETERNA, en lo que se puede reflejar la pelea por el agua del pozo entre Abraham y otras tribus, porque el sabía que ese pozo le pertenecía, el agua de vida, la palabra de Dios.
Y por último, el séptimo altar, El altar del SACRIFICIO, donde Dios le pidió lo que mas quería su hijo.

Dios no está pidiendo que lleguemos a ser un persona de altares, y nuestra fe se compare a la de Abraham para lograr obedecerlo, entregando nuestra vida a Dios por completo sin excusas o estorbos, para obtener aquellas bendiciones y por sobre todo, la vida eterna.

¿Hay algo muy importante para usted que aún no puede sacrificar? Dios lo bendiga.

Pastor Jorge Grenader.